UCA crítica al gobierno: "Aplicar la fuerza para dar la impresión de que se está actuando por el interés de la población  no es más que oportunismo"

Publicado: marzo 16, 2022

UCA crítica al gobierno: "Aplicar la fuerza para dar la impresión de que se está actuando por el interés de la población no es más que oportunismo"

La Universidad Centroamericana (UCA), lanzó fuertes críticas al gobierno de Nayib Bukele y calificó de improvisación e incompetencia el manejo de los buses y microbuses confiscados al empresario Catalino Miranda.

En su editorial "Nuevo atropello a la legalidad", reconoce que el servicio de transporte público salvadoreño adolece de grandes deficiencias desde hace décadas y que en diversas ocasiones y a través de distintos espacios, han insistido en la necesidad de transformarlo para que la población usuaria se movilice en condiciones dignas y seguras.

Sin embargo, aseguran que la urgencia de esa necesidad no avala que se viole el debido proceso, "Aplicar la fuerza para dar la impresión de que se está actuando por el interés de la población ante una crisis económica a la que se ha reaccionado tarde, no es más que oportunismo", señala.

La UCA afirma que incluso en el caso de que se despoje de la concesión de un servicio público a una personal natural, en este caso al empresario Catalino Miranda, eso no da derecho a confiscarle el equipo que usa para brindar ese servicio, "Esta nueva violación al principio de legalidad refleja, entre otras cosas, la ausencia de planificación que caracteriza al Gobierno de Bukele".

La improvisación de los gobernantes siempre termina impactando a la ciudadanía; en este caso, a los usuarios del transporte, a los trabajadores de los buses y a otros socios de la cooperativa.

Para la UCA, la falta de experiencia y de conocimiento de los motoristas contratados para manejar los buses y microbuses usurpados ha producido un caos que deja al desnudo la incompetencia gubernamental.

Además lamentó que el Estado de derecho en el país se sigue hundiendo con la complicidad de los operadores de justicia, con el sometimiento de los gremios a la voluntad personal de Bukele y con el silencio obsequioso de mucha gente que prefiere solo atender lo propio.