Informe de la ONU revela dónde están y cómo son los centros clandestinos de torturas de la dictadura de Maduro

Publicado: septiembre 16, 2020

Informe de la ONU revela dónde están y cómo son los centros clandestinos de torturas de la dictadura de Maduro

La Misión Internacional a la que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargó investigar la situación de los derechos humanos en Venezuela publicó este miércoles un contundente informe sobre las violaciones y atropellos perpetrados en el país por la dictadura de Nicolás Maduro.

También denunció, en detalle y con imágenes satelitales, la existencia de centros de detención y torturas.

Los crímenes fueron perpetrados en operaciones realizadas por todo el aparato de represión estatal del régimen: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), incluida la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y las Fuerzas de Acción Especial (FAES).

“El servicio de inteligencia llevó a cabo la mayoría de los arrestos contra personas predeterminadas, a menudo tras un periodo de vigilancia e investigación. Los arrestos podían ocurrir en cualquier lugar: en el domicilio de la persona arrestada, en lugares públicos como restaurantes o aeropuertos, o mientras las personas arrestadas conducían por la carretera. En 14 casos, el SEBIN allanó las casas de las personas arrestadas e incautó artículos sin presentar órdenes de allanamiento”, señala el informe.

La Misión de la ONU identificó los distintos centros de detención clandestinos utilizados por las distintas fuerzas del régimen. “Las personas detenidas por motivos políticos fueron retenidas en uno de los dos edificios del SEBIN en Caracas: la sede del SEBIN en la Plaza Venezuela o El Helicoide. El edificio de la Plaza Venezuela tenía una extensa zona de detención, conocida como La Tumba. Se trata de un sótano ubicado a cinco pisos bajo tierra inicialmente diseñado como oficinas para el Metro de Caracas. La Tumba tenía aproximadamente siete celdas. En La Tumba, los detenidos eran sometidos a lo que se conoce como ‘aislamiento celular’”.

La Misión también denunció la existencia de fosas comunes utilizadas para arrojar los cadáveres de víctimas de ejecuciones extrajudiciales.