Publicado: abril 09, 2025
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su ofensiva comercial global al anunciar un arancel del 125 % contra las importaciones provenientes de China, mientras que otorgó una “pausa” de 90 días a otros países, manteniéndoles un gravamen universal del 10 %, siempre y cuando no tomen represalias.
La decisión fue confirmada este miércoles por la Casa Blanca y por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien declaró que los países que no respondan con medidas similares a los aranceles estadounidenses serán “recompensados”.
“Cuando se ataca a Estados Unidos, el presidente Trump contraataca con más fuerza”, aseguró Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. Añadió que Washington continuará con “negociaciones personalizadas” país por país. “No tomen represalias y serán recompensados”, reiteró.
En el caso de China, el mensaje fue contundente. Trump justificó el aumento arancelario como castigo por “su insistencia en la escalada” y su “falta de respeto hacia los mercados mundiales”. El castigo económico se aplicará de forma inmediata y sin plazo de reversión anunciado.
La nueva política, presentada como una “declaración de independencia económica”, refuerza el tono confrontativo del mandatario en su cruzada por reestructurar el comercio internacional a favor de Estados Unidos, pero ha sido criticada por expertos por generar incertidumbre global, tensar las relaciones con socios estratégicos y afectar la estabilidad económica de los países más pequeños que dependen de sus exportaciones a EE.UU.