Publicado: junio 10, 2025
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que no descarta invocar la Ley de Insurrección de 1807 para controlar las protestas que se han desatado en Los Ángeles contra las redadas migratorias lideradas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
“Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos. Pero les puedo decir que anoche fue terrible. La noche anterior también fue terrible”, expresó Trump ante la prensa desde la Oficina Oval, en medio de una creciente tensión en la ciudad californiana, que entra en su quinto día consecutivo de manifestaciones y enfrentamientos.
La Ley de Insurrección es una de las herramientas más extremas que puede usar un mandatario estadounidense y permite el despliegue del Ejército en suelo nacional para sofocar disturbios civiles. Aunque históricamente su aplicación ha sido excepcional, Trump afirmó que algunas zonas de Los Ángeles podrían ya calificarse como "insurrecciones".
Las protestas, inicialmente pacíficas, se intensificaron tras las redadas masivas del ICE, dejando como saldo decenas de vehículos incendiados, cientos de detenidos y denuncias de represión policial. Sin esperar autorización del gobernador de California, Gavin Newsom, el presidente ordenó el envío de 2,000 miembros de la Guardia Nacional a la ciudad, una acción calificada como “innecesaria” por líderes locales y organizaciones de derechos civiles.
“Le pedí al gobernador que hiciera un mejor trabajo”, añadió Trump, confirmando que tuvo comunicación directa con Newsom, con quien ha sostenido múltiples roces políticos.
La posibilidad de aplicar la Ley de Insurrección ha sido duramente criticada por expertos legales, que advierten del peligro de erosionar los límites entre el poder civil y militar. Mientras tanto, las protestas continúan y la tensión en Los Ángeles parece lejos de disiparse.