Publicado: enero 11, 2024
En el transcurso del año 2023, la adquisición de alimentos se convirtió en un verdadero desafío para una parte significativa de la población de El Salvador.
Según los resultados más recientes de la encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), numerosas familias se vieron obligadas a renunciar al consumo de ciertos alimentos debido a sus elevados costos.
El informe del IUDOP revela que un preocupante 52.7% de los 1,280 encuestados dejó de comprar ciertos productos alimenticios debido al aumento en sus precios. El resto de los encuestados se vio forzado a contraer deudas para cumplir con las obligaciones domésticas.
El 35.9% de los participantes señaló que, a lo largo del 2023, debido a las dificultades económicas, tuvieron que adquirir nuevas deudas, mientras que un 39.5% tuvo que recurrir a préstamos de terceros para poder hacer frente a los compromisos mensuales del hogar.
Laura Andrade, directora del IUDOP, destacó la alarmante tendencia al alza en las mediciones desde 2019, subrayando que más del 50% de la población ha restringido sus compras de alimentos debido al encarecimiento de los precios.
Andrade resaltó que la compra de alimentos representó el gasto primordial en los hogares salvadoreños durante el pasado año. De acuerdo con la encuesta, el 70.9% de los participantes consideró que la compra de alimentos fue la principal erogación en sus hogares, mientras que un 10.3% mencionó que su principal gasto fue el pago de servicios básicos y un 5% indicó que destinó su presupuesto principalmente a la compra de medicamentos. El restante porcentaje señaló otros gastos como prioritarios.
"Es relevante destacar el sustancial aumento en las mediciones desde 2019, ya que, independientemente del tipo de producto alimenticio consumido, más de la mitad de la población se ha visto limitada en su adquisición debido al encarecimiento de los precios", expresó Laura Andrade. Asimismo, la directora del IUDOP subrayó que el gasto en alimentos se duplicó desde diciembre de 2020, alcanzando el 70% el año pasado, en comparación con el 35.3% registrado cuando se produjo la liberación de las actividades económicas en dicho año.
