Publicado: agosto 20, 2025
La agencia calificadora S&P Global ratificó la calificación de riesgo B- para El Salvador, la misma que el país mantiene desde noviembre de 2023 tras la reestructuración de deuda de corto plazo.
La firma destacó que existe la posibilidad de una mejora en la nota, siempre que el Gobierno implemente con claridad reformas fiscales y defina una estrategia para enfrentar los crecientes compromisos financieros, en especial con los fondos de pensiones privados.
En su análisis, la agencia señaló que la solvencia del país continúa limitada por un “marco institucional débil y una gestión económica deficiente”, además de un crecimiento económico considerado moderado. Las proyecciones apuntan a que la deuda pública podría alcanzar el 91% del PIB en 2028, con una creciente dependencia del financiamiento externo. S&P advirtió que, al terminar el período de gracia para los compromisos con los fondos de pensiones, los intereses podrían representar hasta el 20% de los ingresos del Estado.
La calificadora espera que El Salvador mantenga un crecimiento económico de alrededor del 2.5% en los próximos años y estima que en 2025 el PIB per cápita alcanzará los $6,000. No obstante, subraya que factores como la infraestructura insuficiente, la escasez de mano de obra calificada y la volatilidad internacional seguirán limitando el desempeño económico, pese a los avances en seguridad pública y a los acuerdos alcanzados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Finalmente, S&P Global advirtió que la concentración de poder político en el país podría restar previsibilidad a las políticas públicas. Aunque el acuerdo de Servicio Ampliado con el FMI representa un marco de referencia para las reformas estructurales, la calificadora insistió en que será necesario mayor compromiso y claridad en las decisiones fiscales para que el perfil crediticio de El Salvador pueda mejorar en el mediano plazo.
Fuente: La Prensa Gráfica