Publicado: diciembre 10, 2024
Marco Rubio, futuro secretario de Estado en la administración de Donald Trump, está trazando una nueva estrategia para América Latina, con el objetivo de debilitar los regímenes dictatoriales en Venezuela, Cuba y Nicaragua, y enfrentar de manera más agresiva la conexión entre el terrorismo islámico y los carteles del narcotráfico. Esta ofensiva también incluye la lucha contra la creciente influencia de China en la región.
Con una profunda comprensión de los desafíos regionales, Rubio ha trazado un plan que busca un "punto de inflexión" para desmantelar las dictaduras que actualmente dominan Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La designación de Christopher Landau, quien fue embajador de Trump en México y tiene una gran experiencia en América Latina, refuerza este enfoque. Rubio no solo pretende erradicar la corrupción y el autoritarismo, sino también cortar las redes de narcotráfico que alimentan las actividades terroristas a nivel global.
A pesar de que la prioridad geopolítica de Trump será lidiar con la amenaza de China, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente, América Latina será parte integral de la agenda con Rubio al frente.
Con un enfoque más directo en la región, la administración Trump se alineará más estrechamente con países como Brasil y Paraguay, mientras que buscará romper alianzas estratégicas entre dictadores y carteles de droga, además de neutralizar las conexiones con actores como Irán y Hezbollah.