Publicado: marzo 10, 2025
El sector restaurantero en El Salvador enfrenta una crisis sin precedentes debido al descontrolado aumento en los precios de los insumos y los altos costos de alquiler, dejando a muchos negocios al borde del cierre.
Según datos oficiales, el servicio de comidas en restaurantes y hoteles ha experimentado una inflación del 3.98%, superado solo por los servicios de salud. Este incremento asfixia a los emprendedores, quienes deben lidiar con proveedores que suben precios cada mes y arrendadores que exigen rentas exorbitantes.
La Asociación de Restaurantes de El Salvador (ARES) advierte que los alquileres en algunas zonas son inalcanzables, con cobros de entre $2,000 y $3,000 mensuales. "Si no pueden pagar, no abran", parece ser el mensaje para los pequeños empresarios que ven cómo sus sueños se esfuman ante estas condiciones.
La crisis ha obligado a varios negocios a cerrar sus puertas. Sivareña Pizza tuvo que abandonar sus sucursales en Nuevo Cuscatlán y San Luis. Honolulu SV también desapareció del mercado, mientras que Picadossv y De Caché han reducido su presencia en el país.
El panorama es sombrío: restaurantes cerrando, empleados perdiendo sus trabajos y consumidores viendo cómo cada día es más caro salir a comer. Mientras tanto, las autoridades guardan silencio y los empresarios deben enfrentar solos una crisis que parece no tener fin.
Fuente: Diario El Mundo