Publicado: octubre 05, 2024
Grave recorte presupuestario golpea a hospitales públicos en 2025.
El sistema de salud pública de El Salvador enfrenta un duro golpe para 2025. Según el proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación, 30 de los 31 hospitales nacionales verán recortado su presupuesto en un total de $53.9 millones, mientras que solo el Hospital El Salvador recibirá un aumento significativo de $26.8 millones.
Esta drástica medida ha encendido las alarmas sobre el futuro de la atención médica en el país, especialmente en hospitales clave que dependen casi por completo de los fondos públicos.
El emblemático Hospital Nacional Rosales, el centro de referencia para emergencias y especialidades complejas, sufrirá una reducción de más de $7.7 millones, dejando su presupuesto en $70.9 millones. Con una baja en la asignación para remuneraciones de $7.6 millones, el recorte pone en riesgo la atención de emergencias críticas, como infartos y accidentes cerebrovasculares. Este ajuste amenaza con desbordar un hospital que ya enfrenta sobrecarga por la alta demanda y recursos limitados.
El panorama no es mejor para el Hospital Nacional Benjamín Bloom, el principal centro de atención infantil del país, que verá reducidos sus fondos en $5.9 millones. Con un presupuesto total que cae a $58.3 millones, los recortes impactan directamente en el personal médico, cuya remuneración bajará de $37 millones a $30.5 millones. A pesar de los esfuerzos por reducir la mortalidad infantil, la falta de inversión en el hospital podría agravar la situación de miles de niños que dependen de sus servicios especializados.
El impacto será generalizado. Hospitales como el San Rafael en Santa Tecla también verán sus recursos mermados, con una reducción de $4.2 millones en su presupuesto. Mientras el gobierno centra sus esfuerzos en el Hospital El Salvador, queda la incertidumbre sobre cómo el resto del sistema de salud pública podrá seguir funcionando con menos recursos, poniendo en jaque la atención a los más vulnerables.
