Publicado: agosto 24, 2024
La crisis financiera en la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Victoria de R.L. (COSAVI) ha dejado una primera víctima mortal, lo que ha encendido alarmas entre los afectados por el fraude.
Donaldo Turcios, uno de los tantos perjudicados, denunció públicamente que su madre, una mujer de 87 años, falleció la semana pasada debido a la imposibilidad de acceder a los ahorros que tenían depositados en la cooperativa, lo que le impidió costear los medicamentos necesarios para tratar su diabetes.
"Nos robaron nuestros ahorros, y ahora mi madre está muerta", declaró Turcios, visiblemente afectado. Según su relato, ambos regresaron de Estados Unidos hace tres años con la esperanza de vivir de los intereses generados por sus ahorros depositados en COSAVI. La cooperativa les ofreció una tasa de interés más alta que los bancos tradicionales, lo que convenció a Turcios de confiar en ellos su dinero.
Sin embargo, tras descubrirse el fraude masivo en COSAVI y el posterior congelamiento de los fondos de los ahorrantes, la vida de Turcios y su madre se tornó en un calvario. "Con los $400 que recibía mensualmente compraba los medicamentos para mi madre y pagaba sus pañales. Pero desde que nos quitaron nuestro dinero, no pude seguir comprándole lo que necesitaba", explicó Turcios con voz quebrada.
La situación se volvió insostenible cuando su madre, privada de sus medicamentos esenciales, empeoró gravemente. A pesar de los esfuerzos de Turcios por obtener parte de sus ahorros para atender la emergencia médica, las puertas de COSAVI y de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) permanecieron cerradas. "Pedí que me devolvieran al menos una parte para salvar a mi madre, pero nadie me escuchó", lamentó.
"Esto no es solo un fraude financiero, es una tragedia humana," denunció uno de los líderes del grupo de afectados por COSAVI, que ya se ha manifestado en varias ocasiones exigiendo una solución inmediata. "Hoy es la madre de Donaldo, mañana podría ser cualquiera de nosotros", agregó, subrayando la desesperación que viven miles de salvadoreños cuyos ahorros siguen secuestrados.
La Superintendencia del Sistema Financiero ha comenzado a devolver el dinero de aquellos socios que tenían un máximo de $15,000, pero el ritmo de devolución es desesperadamente lento. Para quienes tenían ahorros mayores, como es el caso de Turcios, la espera parece interminable, con consecuencias trágicas y potencialmente fatales.
"Nos están matando lentamente," concluyó Turcios, quien ahora, además de llorar la muerte de su madre, se enfrenta a la cruda realidad de no tener recursos ni siquiera para costear los gastos funerarios. "Esto me agarró sin un cinco en la bolsa", dijo, mientras los demás afectados ruegan por una respuesta pronta y justa a esta crisis que ya ha cobrado su primera víctima.
Fuente: laprensagrafica.com
