Publicado: julio 29, 2024
En una muestra de unidad y firmeza, nueve países de la región han exigido una revisión completa de los resultados electorales en Venezuela.
Los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay han manifestado su profunda preocupación por el desarrollo de los comicios. Sin embargo, el silencio de El Salvador se hace cada vez más ensordecedor.
Tras la divulgación del primer boletín de los comicios presidenciales en Venezuela por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaró ganador al dictador Nicolás Maduro, bajo denuncias de irregularidades por parte de la oposición, mandatarios y líderes de la comunidad internacional expresaron su preocupación por el fraude ocurrido en el país caribeño.
Estados Unidos, Argentina, Chile, Perú, Guatemala y Costa Rica desconocieron este lunes la reelección de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial proclamada la noche del domingo por el CNE, con un 51.2 % de votos para el actual gobernante frente al 44.2 % del aspirante opositor Edmundo González Urrutia.
Los gobiernos de estos países cuestionaron la transparencia y legitimidad del proceso electoral, calificándolo como fraudulento y señalando que no refleja la voluntad del pueblo venezolano.
Desde Tokio, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó su "seria preocupación" por la validez de los resultados anunciados por la comisión electoral de Venezuela, que declararon ganador a Nicolás Maduro. Blinken cuestionó la legitimidad del proceso y la representación de la "voluntad" de los votantes.
El mutismo del gobierno de El Salvador contrasta con la postura decidida de sus vecinos y socios internacionales. En un momento en que la integridad democrática de la región está en juego, la inacción y falta de pronunciamiento de El Salvador resulta cuestionable.