Publicado: diciembre 10, 2024
El régimen de Daniel Ortega ha intensificado su represión contra la Iglesia Católica, ordenando la salida definitiva de todas las monjas y religiosas que aún permanecen en Nicaragua.
Según Martha Patricia Molina, experta legal e investigadora, el ultimátum establece que las monjas deben abandonar el país antes de diciembre, lo que marca un nuevo capítulo en la ofensiva contra las instituciones religiosas.
Esta medida se suma a la disolución sistemática de organizaciones sin fines de lucro vinculadas a la Iglesia, lo que ha dejado a las congregaciones sin un marco legal para operar en el país. Además, se han confiscado propiedades asociadas a las comunidades religiosas, dejando a las monjas sin opciones para permanecer.
Se espera que busquen refugio en países latinoamericanos donde sus órdenes ya tienen presencia, mientras que el éxodo se llevará a cabo a través de fronteras y aeropuertos.El gobierno también ha intensificado su persecución contra los sacerdotes.
En las últimas semanas, varios han sido detenidos arbitrariamente, expulsados o exiliados. Desde 2018, más de 250 miembros del clero han enfrentado acoso, destierro y restricciones, en un contexto de creciente represión que, según los expertos, busca desmantelar por completo la influencia de la Iglesia Católica en Nicaragua.4o