Legisladores demócratas viajan a El Salvador para exigir justicia en el caso Kilmar Ábrego y exigir se respete el debido proceso

Publicado: abril 21, 2025

Legisladores demócratas viajan a El Salvador para exigir justicia en el caso Kilmar Ábrego y exigir se respete el debido proceso

Cuatro legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han viajado a El Salvador para exigir justicia en el caso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por error bajo la administración Trump, a pesar de contar con estatus legal que le protegía contra la expulsión.

La visita busca ejercer presión para garantizar su retorno, después de que incluso la Corte Suprema ordenara su regreso, fallo que, según los legisladores, el Ejecutivo ha ignorado de forma alarmante.

Los congresistas Yassamin Ansari (Arizona), Maxine Dexter (Oregón), Maxwell Frost (Florida) y Robert Garcia (California) denunciaron que, pese a las órdenes judiciales, la administración Trump insiste en que no puede repatriar a Ábrego por encontrarse bajo custodia de un país extranjero. “Ver a la administración desafiar tan flagrantemente a la Corte Suprema es aterrador para el futuro de nuestra democracia”, advirtió Ansari. Ábrego García fue deportado el 15 de marzo junto con más de 200 migrantes, presuntamente vinculados al Tren de Aragua y la MS-13, aunque no existe condena alguna en su contra.

Los legisladores indicaron que, hasta la fecha, la Casa Blanca y el Comité de Supervisión de la Cámara han ignorado sus peticiones formales para investigar la situación de Ábrego, quien vivía legalmente en Maryland con su esposa y tres hijos estadounidenses.

Robert Garcia subrayó: “No estamos aquí para defenderlo, estamos aquí para exigir que se respete el debido proceso, porque si se puede hacer esto con él, se puede hacer con cualquiera”.

La visita se da tras el fallido intento del senador Chris Van Hollen, quien también viajó al país para reunirse con Ábrego, pero fue inicialmente bloqueado por las autoridades salvadoreñas. Van Hollen advirtió el domingo que Estados Unidos enfrenta una “crisis constitucional” si la administración continúa ignorando el mandato de su propia Corte Suprema. Mientras tanto, la Casa Blanca ha sostenido que, si Ábrego regresa, sería deportado de inmediato nuevamente, profundizando así una disputa legal y diplomática sin precedentes.