Las redes sociales y la extinción del pensamiento crítico

Publicado: septiembre 03, 2019

Las redes sociales y la extinción del pensamiento crítico

Por Juan Viale Rigo
Retomado del sitio Panampost

En la actualidad, a todo aquel que decide pensar por sí mismo o emitir una opinión impopular puede sonar para muchos como un conspiracionista o como alguien que quiere llevarle la contraria al mundo. Esto me lleva a preguntarme dónde estaba el cuestionamiento y el pensamiento crítico de las personas, ahora que comparten las mismas opiniones y visiones sobre los diversos asuntos que nos atañen como sociedad. Y, lo que es aún más importante, cuál era la raíz de estas posiciones que ahora todos exponen como si fuesen una verdad absoluta. La respuesta llego en bandeja de plata: las redes sociales.

En el pasado las discusiones, los debates y el rechazo a las noticias o informaciones falsas eran mucho más frecuentes en las redes sociales, pero parece que en la actualidad los usuarios están más ocupados en tener posturas morales y opiniones similares. No obstante, estos postulados carecen a menudo de sustento teórico o empírico y, lo que puede llegar a ser realmente decepcionante, no tienen sustento argumental. Cada vez son menos las personas que emiten opiniones racionales, como si de un momento a otro los usuarios adultos pasaron a ser preadolescentes soberbios que creen tener la verdad absoluta en sus manos y que al más mínimo cuestionamiento o estimulo negativo, la impulsividad acompañada de la emocionalidad hacen una puesta en escena para defender a muerte una postura popular adoptada.

La quema del Amazonas fue un caso polémico que extrañamente resonó a los 10 días de comenzar el incendio. De un momento a otro despertó el interés del mundo y muy especialmente de los usuarios de las principales redes sociales, quienes de repente estaban informados sobre el tema, o eso es lo que ellos alegaban cuando se les cuestionaba sobre su interés. Lo que más llamó mi atención es que en todas las opiniones de los usuarios de Facebook había un factor común: todos estaban hablando del problema desde su componente político, es decir, «Bolsonaro es el culpable» o «Este es el resultado del capitalismo«. Todos parecían estar al tanto de lo que pasaba en Brasil, de sus cifras, y estaban empapados con la política de este país para emitir juicios.

Al principio, las dudas despertaron en mí sobre si realmente la información emitida por influencers, medios de comunicación y usuarios en general nacían de la genuina preocupación de lo que representaba el Amazonas para el mundo o, si era una campaña para responsabilizar al presidente Bolsonaro, quien no era el único responsable de extinguir las llamas que consumían el pulmón vegetal. Todo parecía creíble, hasta que investigando la veracidad de los hechos, choqué con una realidad distinta a la que me vendían los usuarios y medios de comunicación en las redes sociales: cifras sin magnificar, medios de todo el mundo desmintiendo el uso descarado de imágenes falsas y una Amazonas brasileña menos afectada en relación a Bolivia. Y luego de mucho indagar, llegué a la conclusión de que las redes sociales están no solo influyendo en las opiniones de sus usuarios, también están extinguiendo el pensamiento crítico y el desarrollo del criterio propio.