La conmovedora historia de Quaden, un niño que ya no quiere vivir a causa del acoso

Publicado: febrero 21, 2020

La conmovedora historia de Quaden, un niño que ya no quiere vivir a causa del acoso

La madre publicó el video para generar conciencia respecto a los efectos de estas conductas violentas y además tuvo gran impacto entre celebridades mundiales.

“Dame una soga, me quiero matar”, son las desgarradoras palabras de Quaden, un niño australiano de nueve años con enanismo que sufre de bullying por parte de sus compañeros en la escuela.

Su madre, Yarraka Bayles, decidió compartir el video de su hijo llorando sin consuelo para generar conciencia sobre las consecuencias que conllevan estos abusos en quienes los padecen.

“Quiero que la gente sepa, padres, educadores, maestros. Estos son los efectos del bullying. Esto es lo que el bullying causa, por eso, por favor, eduquen a sus hijos, a sus familiares y amigos”, dice Bayles durante el video, para después continuar: “Quiero que la gente sepa cuánto nos está lastimando como familia”.

De acuerdo con una entrevista que el medio australiano SBS le hizo a la madre, a Quaden ni siquiera le gustaba ir a la escuela, sin embargo, ese día había querido asistir, pues el director le había comentado que estarían los Brisbane Bullets, que es un equipo de la Liga profesional de Baloncesto en Australia.

Si bien ese parecía ser un día especial para el niño, los tratos que recibió por parte de sus compañeros lo arruinaron. Mientras esperaban para que los jugadores firmaran sus camisetas, narró la madre, “uno de sus compañeros le daba palmaditas en la cabeza y hacía referencias a su altura. Le daba palmaditas en la cabeza como a un pequeño cachorro”.

Las conductas violentas hacia el pequeño Quaden, quien nació con acondroplasia, la forma más común del enanismo, han sido constantes a lo largo de su vida. De hecho, la señora Bayles contó que la primera ocasión en que intentó suicidarse fue cuando él tenía seis años de edad. Aunque en aquel entonces fue después del fallecimiento de su abuelo, a partir de esa ocasión, estos intentos se convirtieron en algo constante.