Publicado: abril 17, 2023
Los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) cerraron con saldo negativo en 2022, por primera vez en los últimos 10 años, esto generado principalmente por la implemenación del Bitcoin, la inseguridad jurídica y el clima político que se vive en el país.
En el primer trimestre de 2022, el saldo fue de -$226.32 millones, para el segundo trimestre fue de -$57.49 millones, solo para el tercer trimestre el saldo fue positivo por $236.06, pero el último trimestre volvió a ser negativo por -$51.35 millones, por lo que el saldo al final del año terminó siendo de -$99 millones, según el último reporte del Banco Central de Reserva (BCR).
La baja en los flujos comenzó a suceder a mediados de 2021: para el tercer trimestre de ese año, el saldo cayó a -$19.24 millones, desde los $237.97 millones que había registrado en el segundo trimestre; y para el cuarto trimestre bajaron aún más hasta -$80.18 millones.
En total, son cinco los trimestres que el país ha registrado flujos negativos de IED, desde julio de 2021, apenas dos meses después de que la Asamblea Legislativa destituyera a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sin seguir el procedimiento de ley y despidiera a una buena cantidad de jueces en todo el país, un hecho que los economistas consideran la razón de mayor peso en estos resultados económicos, según publicó La Prensa Gráfica.
Estos cinco trimestres con saldo negativos de IED también coinciden con el anuncio que hizo el Gobierno a mediados de 2021 sobre la adopción de bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador, una ley que entró en vigencia el 7 de septiembre de ese mismo año.