Publicado: enero 25, 2025
La Conferencia Episcopal de El Salvador ha convocado a una jornada de oración y ayuno para el 7 de febrero de 2025, en respuesta a la reciente aprobación de la Ley General de Minería.
Los obispos expresan su profunda preocupación por el deterioro ambiental que podría derivarse de la actividad minera, señalando la pérdida irreversible de flora y fauna, la contaminación de fuentes hídricas y la desertificación de áreas agrícolas.
En su comunicado, los líderes religiosos enfatizan que la población salvadoreña es la principal afectada por estas problemáticas ambientales. Destacan que, históricamente, el país ha sufrido desastres naturales como terremotos y erupciones volcánicas, además de prácticas humanas perjudiciales como la deforestación y métodos agrícolas irresponsables, que han llevado a la desaparición de ríos y la contaminación del agua. Añaden que las secuelas de antiguas prácticas mineras aún afectan a la sociedad y al entorno natural.
La Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas, derogó a finales del año pasado la ley que prohibía la minería metálica y aprobó una nueva normativa que permite esta actividad en el país.
Los obispos invitan a todos los creyentes, sin distinción de afiliaciones políticas o ideológicas, a unirse en esta jornada de oración y ayuno, inspirándose en el libro de Ester (4, 17), con el propósito de solicitar protección divina ante posibles desastres ambientales y frenar la degradación del medio ambiente.
El comunicado está firmado por varios obispos, incluyendo al Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Arzobispo emérito de San Salvador, y a Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador y Presidente de la Conferencia Episcopal.