Publicado: octubre 12, 2024
El Ministro de Hacienda, Jerson Posada, compareció ante la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa este viernes para presentar los detalles del proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación para el año fiscal 2025.
En su intervención, el funcionario reiteró que no se planean aumentos de impuestos en el próximo año, específicamente el Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y la Prestación de Servicios (IVA) ni la creación de un impuesto predial.
Según el proyecto presentado, se estima que los ingresos totales para 2025 alcanzarán los $7,677 millones, lo que representa un aumento de $747.6 millones respecto al presupuesto de 2024. Este crecimiento del 5.6% en los ingresos tributarios será en parte impulsado por un leve incremento en los impuestos ya establecidos, como el IVA, el Impuesto sobre la Renta y otros impuestos específicos relacionados con la transferencia de bienes raíces y la importación de productos.
Aunque la promesa de no aumentar los impuestos pueda parecer una noticia positiva para los contribuyentes, el desafío está en cómo el gobierno equilibrará estos ingresos con los gastos previstos para el próximo año. En su desglose, el presupuesto proyecta ingresos corrientes por un total de $8,267.2 millones, de los cuales $7,677.6 millones provendrán de impuestos, mientras que el resto provendría de fuentes no tributarias como contribuciones a la Seguridad Social, venta de activos y préstamos externos.
El ministro Posada subrayó que el proyecto no incluye ninguna reforma fiscal adicional ni el establecimiento de nuevos impuestos, una afirmación que busca calmar las expectativas sobre posibles ajustes impositivos. Sin embargo, las proyecciones sobre el incremento en los ingresos no tributarios, como los préstamos externos por $1,202.8 millones, podrían estar indicando una dependencia aún mayor del endeudamiento para financiar los proyectos y programas del gobierno, algo que podría generar nuevas preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
Por otro lado, el ministro destacó que los ingresos derivados de impuestos como el IVA y el Impuesto sobre la Renta seguirán siendo los principales motores del presupuesto. Sin embargo, la dependencia de estos impuestos, combinada con el crecimiento limitado de las bases fiscales, podría generar dificultades para cumplir con las obligaciones financieras del gobierno en un contexto económico global incierto.
Con el inicio del proceso de discusión en la Asamblea Legislativa, los próximos meses serán claves para determinar si el presupuesto será aprobado tal como fue presentado o si se modificarán algunos de los parámetros que hoy se consideran como prioridad del gobierno de Bukele.
Este enfoque del Ejecutivo en mantener los impuestos en niveles estables, aunque se proyecten aumentos en los ingresos, se da en un contexto de crecientes desafíos económicos tanto a nivel local como internacional, lo que hace que las expectativas sobre la sostenibilidad financiera del país sigan siendo un tema central en el debate público.
