Gobierno atrasado en transferencias a la UES: Faltan $51 millones y crisis financiera persiste

Publicado: junio 26, 2024

Gobierno atrasado en transferencias a la UES: Faltan $51 millones y crisis financiera persiste

La Universidad de El Salvador (UES) continúa enfrentando una grave crisis financiera debido a retrasos en la transferencia de fondos por parte del gobierno.

El rector de la UES, Juan Rosa Quintanilla, informó este martes que, a pesar de que el Ejecutivo ha transferido $13.2 millones, aún restan $51 millones para saldar la deuda pendiente con la institución educativa.

Desde 2022, la UES ha recibido un presupuesto incompleto, una situación que ha obligado a la universidad a suspender sus planes de compra para 2024 y a adoptar medidas de austeridad.

En una entrevista con la radio YSKL, Rosa Quintanilla explicó que el Ministerio de Hacienda se comprometió en abril a transferir $1 millón semanal para reducir la deuda acumulada. Sin embargo, este compromiso no ha sido suficiente para solucionar la crisis.

"Ya hay $13.2 millones que se han llevado a las arcas de la universidad," afirmó el rector. "Pero considerando los requerimientos de recursos del rubro 54 para bienes y servicios, y la falta de asignación de estos para el año correspondiente, la deuda actual es de $51 millones."

La deuda ha fluctuado entre $49 y $56 millones, complicando la planificación y ejecución de proyectos en la UES. A finales de febrero, la universidad decidió suspender sus planes de compra para evitar que creciera la deuda con sus proveedores, que en ese momento ascendía a $19 millones.

"Para nosotros es preocupante," declaró Rosa Quintanilla, subrayando la suspensión de los planes de compra y la necesidad de ajustar la gestión financiera de la universidad. La UES ha implementado una política de ahorro desde principios de 2024, que incluye la suspensión de proyectos de investigación financiados con fondos propios y programas educativos como el de auxiliares de cátedra.

Además de las restricciones financieras, la UES enfrenta desafíos logísticos. La universidad espera retomar las actividades presenciales en todo el campus central en el segundo ciclo de 2024, programado para la segunda quincena de julio. Esta reanudación depende de la entrega de varios edificios por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP), utilizados para los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados hace un año en San Salvador.

La falta de fondos ha impactado significativamente la operatividad de la universidad más grande y antigua del país, limitando su capacidad para adquirir bienes y servicios indispensables. La comunidad universitaria permanece a la expectativa de cómo se desarrollará la situación en los próximos meses y espera una solución que permita normalizar las operaciones y cumplir con las responsabilidades académicas y administrativas de la institución.