Publicado: octubre 14, 2024
El hospital veterinario Chivo Pets ha sido incluido por primera vez en el presupuesto general de la nación para 2025 con una asignación de $10 millones. Este monto supera el financiamiento que recibirán 16 de los 31 hospitales de la red pública de El Salvador.
Los fondos asignados están destinados a la adquisición de bienes y servicios, lo que ha generado críticas sobre las prioridades del gobierno en un contexto donde los servicios de salud pública enfrentan múltiples desafíos.
La construcción de Chivo Pets, anunciada en 2021 como una promesa de campaña del presidente Nayib Bukele, ha estado rodeada de opacidad. Aunque el gobierno aseguró que el hospital fue financiado con "ganancias del bitcóin", investigaciones revelaron que los fondos provinieron de un fideicomiso manejado por el Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL) y no de las supuestas ganancias de las criptomonedas. A pesar de estas revelaciones, no se han ofrecido explicaciones claras sobre el funcionamiento y manejo de los recursos del hospital.
Diferentes sectores han mostrado preocupación por la asignación de estos $10 millones en un país donde los hospitales públicos enfrentan escasez de recursos. El economista Rafael Lemus sugiere que el Instituto de Bienestar Animal (IBA) pudo haber contratado a Chivo Pets para proveer servicios, lo que justificaría la inclusión de los fondos bajo la categoría de adquisición de bienes y servicios. Sin embargo, esta explicación no ha sido confirmada oficialmente.
Hasta el cierre de esta nota, las solicitudes de información enviadas por La Prensa Gráfica al IBA, Chivo S. A. de C. V. y Chivo Pets no habían recibido respuesta. La falta de transparencia en la operación del hospital veterinario y su financiamiento continúa siendo un punto de crítica hacia la administración de Bukele, sobre todo en un contexto donde se priorizan recursos para un hospital de mascotas mientras otros sectores esenciales reciben menos.
El debate sobre la asignación de recursos públicos refleja una creciente preocupación sobre las prioridades del gobierno. La atención a un hospital veterinario, en contraste con la insuficiencia de fondos en hospitales que atienden a personas, ha generado cuestionamientos sobre si estas decisiones realmente benefician a la población salvadoreña o responden a estrategias políticas sin una justificación clara.