Flujo de remesas sigue en alza: temor a deportaciones impulsa envíos desde EUA

Publicado: julio 23, 2025

Flujo de remesas sigue en alza: temor a deportaciones impulsa envíos desde EUA

El Salvador recibió $862.3 millones en remesas durante el mes de junio, lo que representa un incremento de $193.8 millones respecto al mismo mes de 2024.

Pese al alza, la cifra no superó el récord alcanzado en mayo pasado, cuando el país captó $898.5 millones, el monto más alto registrado hasta la fecha.

De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), este comportamiento positivo consolida 12 meses consecutivos de crecimiento en el ingreso de remesas, con junio marcando un aumento interanual del 28.97 %. A lo largo del primer semestre de 2025, El Salvador ha recibido un total acumulado de $4,837.7 millones, un 17.9 % más que en el mismo período del año anterior.

El flujo de remesas proviene en su mayoría de Estados Unidos, que representa el 92.5 % del total. Analistas atribuyen el aumento en el envío de dinero a la incertidumbre generada por las políticas migratorias impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.

“La gente está enviando sus recursos porque teme ser deportada. Con la incertidumbre que vive este fenómeno de la migración en Estados Unidos, nos hace pensar que no podemos confiar plenamente en las remesas como algo estable que se va a mantener en el tiempo”, advirtió Jorge Martínez-Piva, director de la sede subregional de la CEPAL en México.

A esta incertidumbre se suma la inminente entrada en vigor, a partir de enero de 2026, de un impuesto del 1 % sobre todas las remesas en efectivo enviadas desde Estados Unidos, lo que podría impactar los flujos futuros.

En cuanto a la distribución territorial, la zona central del país concentró el 35 % de las remesas recibidas, seguida de la zona oriental con el 30 %. El envío promedio durante los primeros seis meses de 2025 fue de $322.6, un 13 % más que el promedio del mismo período de 2024, cuando se situó en $284.1.

Las remesas continúan siendo un pilar clave para la economía salvadoreña, aportando no solo a la estabilidad financiera de miles de familias, sino también al dinamismo del consumo interno. Sin embargo, el contexto político y fiscal internacional plantea importantes desafíos a mediano plazo.