Publicado: julio 08, 2024
El sector cafetalero salvadoreño atraviesa una crisis sin precedentes, reflejada en la dramática caída de 31.4% en las exportaciones de café durante la cosecha 2023-2024, según el más reciente informe del Instituto Salvadoreño del Café (ISC). Publicado el 27 de junio, el reporte confirma lo que los productores y economistas temían: el desplome en la exportación de 101,410 quintales, que ha reducido los ingresos del sector a niveles alarmantes.
Desde octubre de 2023 hasta abril de 2024, El Salvador exportó solo 221,671 quintales de café, significativamente por debajo de los 323,081 quintales registrados en el mismo período del ciclo anterior.
Esta disminución ha resultado en un desplome de $25.5 millones en ingresos, una reducción del 35.2% que agrava aún más la precaria situación económica de los caficultores.
El informe del ISC también culpa al clima, pero la verdad es otra. Según el ISC y los productores, la reducción en las exportaciones se debe en parte a la menor cosecha, atribuida al retraso en los trabajos de corta debido a un cambio en el patrón de lluvias. Sin embargo, muchos críticos señalan la falta de políticas efectivas y apoyo por parte del gobierno de Bukele, lo que ha dejado a los caficultores sin respaldo en tiempos de crisis.
El Banco Central de Reserva (BCR) respalda esta tendencia catastrófica con datos que muestran una reducción de $24.05 millones (28.1%) en las exportaciones de café entre enero y mayo de 2024, en comparación con el mismo período en 2023. Este descenso ha devuelto las cifras de exportación a niveles de 2021, rebasando apenas los 13.02 millones de kilogramos, una cantidad inédita en el registro histórico del BCR que data de 1994.
A pesar de estas cifras alarmantes, el precio promedio del café salvadoreño ha caído a $211.37 por quintal, un 5.6% menos que los $223.91 de la cosecha anterior, reflejando una menor cotización en el mercado internacional.
Mientras tanto, el gobierno de Bukele ha permanecido en silencio, sin ofrecer soluciones concretas ni apoyo efectivo para revertir esta tendencia que amenaza con devastar el sector cafetalero y agravar la crisis económica de miles de familias salvadoreñas.