Publicado: abril 03, 2024
El gobierno salvadoreño ha sumido al país en una preocupante espiral de endeudamiento, agotando sistemáticamente los ahorros de pensiones de los ciudadanos. En un período de menos de un año, han extraído del fondo de ahorro de pensiones la alarmante suma de $1,400 millones.
Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) revelan un vertiginoso aumento en la deuda gubernamental, que solo entre enero y febrero de este año se incrementó en $150 millones más.
Desde que se inició la emisión de nueva deuda bajo la actual ley de pensiones, el gobierno ha tomado la asombrosa cifra de $1,397.5 millones entre abril de 2023 y febrero de 2024, a través de Certificados de Obligaciones Previsionales (COP). Este crecimiento desenfrenado del endeudamiento, que representa un aumento de $942.08 millones en menos de un año, suscita una seria inquietud sobre el futuro financiero del país.
Para dimensionar la magnitud del problema, basta con observar que el Presupuesto General de la Nación para el año 2023 contemplaba una asignación de $570 millones para el pago de pensiones. Sin embargo, en menos de un año, el gobierno ha utilizado más del doble de esta cantidad, lo que evidencia una gestión fiscal insostenible y alarmante.
La nueva deuda previsional se suma a la ya acumulada por el Órgano Ejecutivo con los cotizantes, ascendiendo a la desorbitante cifra de $8,396.81 millones hasta febrero de 2024. Estos fondos, destinados inicialmente para el pago de pensiones del sistema antiguo, han sido desviados irresponsablemente para otros fines.
A pesar de la reforma de pensiones, que convirtió parte de esta deuda en Certificados de Financiamiento de Transición (CFT) en abril de este año, el peso financiero sigue recayendo en los trabajadores. El total de la deuda de pensiones que el Órgano Ejecutivo tiene con los cotizantes asciende a una aterradora suma de $9,794.31 millones hasta febrero pasado, según datos del BCR.
Expertos han advertido que esta voracidad del gobierno por los ahorros de los trabajadores podría dejar desprovisto el fondo de pensiones para las futuras generaciones, planteando serias dudas sobre la sostenibilidad del sistema previsional. Patricio Pineda, representante y fundador de la Mesa de trabajo por una Pensión Digna, ha denunciado este creciente endeudamiento como un reflejo de la insostenibilidad del sistema, producto de la irresponsable gestión política que lo utiliza como una caja chica sin considerar las consecuencias a largo plazo.