Publicado: abril 02, 2024
En el 2023, solo logramos captar $759.7 millones en inversión extranjera directa, según el Banco Central de Reserva. Aunque esto es tres veces más que lo que recibimos en el 2022, sigue siendo la cantidad más baja de toda la región, lo que significa que estamos en el último lugar en cuanto a atraer dinero de otros países.
Honduras, a pesar de tener problemas de delincuencia, logró atraer $1,076.4 millones el año pasado, un aumento del 17% respecto al año anterior. Nicaragua, que está en medio de conflictos políticos, recibió $1,230 millones, y Guatemala, hasta septiembre del año pasado, ya había atraído $1,136 millones.
En contraste, Costa Rica es el país más atractivo de Centroamérica para la inversión extranjera. El año pasado recibieron $3,921 millones. En El Salvador solo logramos atraer una quinta parte de lo que Costa Rica recibió.
La mayoría de las inversiones en Costa Rica fueron en zonas francas y el resto se destinó al sector inmobiliario, turismo y sector financiero. Además, el mercado costarricense anunció 59 nuevos proyectos de inversión el año pasado, un aumento significativo respecto al año anterior.
En El Salvador, el presidente del Banco Central de Reserva, Douglas Rodríguez, menciona que la mejora en la seguridad y la confianza en el ambiente de negocios han ayudado a atraer más inversión, alcanzando el mayor monto de los últimos 5 años. Sin embargo, el economista Otto Boris Rodríguez señala que para atraer más inversiones se necesita mejorar diversos aspectos económicos y de seguridad.
Aunque la cifra de inversión del 2023 es la más alta de los últimos cinco años, en realidad la inversión en este período es más baja que en el quinquenio anterior. Entre 2014 y 2018, recibimos un total de $2,765.47 millones en inversión, mientras que entre 2019 y 2023 solo sumamos $1,976.8 millones, un 28% menos.
Los ajustes recientes en los datos de inversión han generado dudas. Por ejemplo, algunas empresas han cerrado sus operaciones aquí, como HanesBrands, que tuvo que despedir a 700 personas debido a la disminución de la demanda en Estados Unidos. Esto sugiere que hay más factores que influyen en la falta de atracción de inversión en El Salvador, como los costos de energía, transporte y el nivel educativo de la población. Aunque la cifra de inversión ha aumentado, para algunos expertos no es suficiente ni estructurada para generar más empleo y mejores salarios.