Publicado: julio 12, 2022
El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, barajaba la posibilidad de irse del país en una patrullera de la marina, al día siguiente de su frustrado intento de tomar un avión rumbo a Dubái luego de una humillante pugna con el servicio de inmigración del aeropuerto, según fuentes oficiales.
El fin de semana pasado, el presidente de 73 años huyó de la residencia ante la presión de miles de manifestantes que finalmente entraron al complejo presidencial.
El mandatario y su esposa pasaron la noche previa al viaje que buscaba concretar con destino a Dubái en una base militar, según fuentes oficiales.
Pero en el aeropuerto, los funcionarios de inmigración le negaron el acceso a la sala VIP para sellar su pasaporte. Rajapaksa quería evitar la terminal pública por temor a una reacción adversa de la gente.
Su hermano Basil, que dimitió en abril de su cargo como ministro de Finanzas, tampoco pudo abordar un avión hacia Dubái.
Rajapaksa está acusado de una mala gestión de la economía, llevando al país al caos y a una crisis profunda por la falta de divisas, lo que hace imposible financiar las importaciones de productos esenciales para la población de 22 millones de habitantes.