Publicado: marzo 17, 2020
Por: Fausto Pretelin Muñoz de Cote
Consultor, académico, editor
Retomado de eleconomista.com.mx
La crisis tiene la virtud de colocar en su justa dimensión los perfiles de los líderes políticos.
Ayer, el tuitero y presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó un tuit intimidatorio sobre las “autoridades mexicanas” sobre el supuesto caso de 12 pasajeros infectados por el coronavirus que viajarían en el vuelo de Avianca 431 hacia San Salvador desde el aeropuerto de la Ciudad de México.
“Qué irresponsables las autoridades mexicanas. Esos pacientes deberían de estar aislados, no circulando en el aeropuerto”, escribió Bukele.
No es difícil imaginar el caos que se vivió en la sala de abordaje de la Terminal 1 del aeropuerto de la Ciudad de México en el momento en que pasajeros leyeron el tuit de su presidente. Bajo el pánico global que ha detonado el coronavirus, señalar a pasajeros como portadores del Covid-19 equivale a señalar a terroristas intentando subir al avión.
La pólvora ya la había encendido Bukele con su tuit, y Avianca le respondió: “Agradecemos al presidente del El Salvador @nayibbukele por darnos la información y alertarnos sobre los pacientes con Covid-19 intentando abordar el vuelo de Avianca #431 proveniente de la Ciudad de México hacia El Salvador el día 16 de marzo del 2020”.
¿En verdad habría 12 pasajeros con el virus intentando abordar el vuelo de Avianca? El secretario Ebrard respondió al presidente salvadoreño: “Presidente Bukele: el vuelo Avianca que menciona se canceló porque se suspendieron todos los vuelos a San Salvador. Podría ud. compartirnos cuáles son los 12 casos de coronavirus que menciona y dónde se confirmaron? Es lo responsable en éste y en cualquier otro caso”.
Al paso de las horas, el silencio de Bukele comenzaría a dibujar un acto bochornoso e intolerable en su figura. Hacia las 7 de la noche un nuevo tuit de Marcelo Ebrard confirmaría el comportamiento grotesco de Bukele: “Las autoridades sanitarias del aeropuerto valoraron a los pasajeros de Avianca a San Salvador y no han encontrado ningún enfermo por coronavirus, incluyendo a 12 jóvenes salvadoreños que portaban cubrebocas. Le he informado al presidente Bukele, a quien sé, le dará mucho gusto”.
Bukele se ha ido desfigurando al paso de su gobierno. Se alió al izquierdista movimiento del FLN para convalidar su aire progre de Millennial. Desde la Presidencia ha envejecido por las muestras de autoritarismo como en los viejos tiempos. El 10 de febrero metió al ejército a la Asamblea (Congreso) para intimidar a los asambleístas. O le aprobaban el presupuesto de seguridad o disolvería el Poder Legislativo.
Bukele ha visto en el coronavirus la oportunidad para aplicar el estado de excepción y no el de emergencia. Escenario que le quitaría atribuciones a la Asamblea.
Nidia Díaz, jefa de bancada del FMLN, expuso que como partido siempre estaban dispuestos a apoyar el decreto para emitir el estado de emergencia, pero no veían adecuado aprobar un estado de excepción. “No se pueden suspender garantías constitucionales si no hay un estado de excepción. Con el decreto de emergencia se establecía lo necesario para limitar la circulación”, dijo Díaz.
Ayer, Bukele mostró los más bajos instintos políticos: detonar el pánico entre pasajeros del vuelo 431 de Avianca. A distancia convirtió a 12 jóvenes con cubrebocas en portadores del virus con tal de tomar la decisión de cerrar el aeropuerto de San Salvador a vuelos comerciales.
Bukele: tuitero, presidente y porro.