Publicado: noviembre 02, 2018
El Islam constituye, junto con el cristianismo y el judaísmo, una de las grandes religiones monoteistas del mundo. Se calcula que en la actualidad profesan el Islam unos 1.200 millones de personas repartidas por los cinco continentes.
Hablando en forma general, en el islam, la mentira es rechazada. Sin embargo, existe una práctica llamada "taqiyya", donde se permite mentir bajo tres condiciones: en la batalla, en la reconciliación de personas, y en la reconciliación de esposas.
Aunque Mahoma, fundador del Islam recomendó la práctica de la mentira, y sólo para su propio bien, dijo que mentir contra él resultaría en que las personas fueran al infierno. Pero en general, se debe evitar el decir mentiras. Sin embargo, se debe estar consciente de que un musulmán puede practicar la mentira para hacer que el islam avance.
El término Taqiyya, que brota de la tradición histórica del Islam, se traduce como “disimulación” o “autoprotección”, e implica la ocultación de la propia fe cuando existe riesgo para la vida propia o la de otros musulmanes.
Este principio justifica llevar una vida alejada de los mandatos islámicos cometiendo acciones que se consideran 'haram' (pecado) en esa religión. Se trata de vivir una vida similar a la sociedad que les rodea siempre que el objetivo sea atacar a esa misma sociedad a la que consideran apóstata o infiel.
Según precisa a Europa Press el experto en movimientos yihadistas del International Security Observatory (ISO) José María Gil Garre, esta corriente es considerada una herejía por parte de todas las escuelas oficiales del islam ya que tiene su origen en una mala interpretación de las sagradas escrituras islámicas.