Crisis en la mesa salvadoreña: Precios de las verduras se disparan en más del 200% en menos de dos semanas

Publicado: junio 29, 2024

Crisis en la mesa salvadoreña: Precios de las verduras se disparan en más del 200% en menos de dos semanas

En un alarmante giro que amenaza la economía de los hogares salvadoreños, el precio de las verduras ha escalado a niveles astronómicos en apenas 12 días, según el último informe del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

El aumento más drástico lo han sufrido los pipianes grandes, cuyo costo se ha disparado en un asombroso 233%, pasando de $24 a $80 por ciento. Esta situación obliga a los consumidores a desembolsar casi un dólar por unidad, encareciendo la alimentación diaria de las familias.

El vertiginoso incremento no se limita solo a los pipianes. Los pepinos grandes y pequeños han registrado aumentos del 190% y 167%, respectivamente, mientras que los pipianes pequeños han subido un 200%. En menos de dos semanas, el valor de estas hortalizas se ha duplicado, dejando a los salvadoreños con menos opciones asequibles para sus compras de alimentos básicos.

A pesar de que las lluvias han afectado parcialmente los cultivos en Guatemala, principal proveedor de verduras para El Salvador, Danilo Pérez, director ejecutivo del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), considera que estos incrementos no pueden justificarse únicamente por daños agrícolas en el país vecino.

Esta opinión es compartida por Raúl Alfaro, presidente de la Asociación Salvadoreña de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC), quien descarta que los problemas de transporte, exacerbados por el colapso del puente El Colorado en Guatemala, sean responsables de este aumento desmedido.

El contraste en los precios de las frutas, la mayoría de las cuales no ha sufrido incrementos, refuerza la sospecha de que la inflación en los precios de las verduras podría deberse a otros factores aún no aclarados.

Mientras las autoridades buscan respuestas, los consumidores se enfrentan a un panorama incierto y a la necesidad de ajustar sus presupuestos para enfrentar la imparable escalada de los costos de los alimentos básicos.