Publicado: agosto 05, 2019
Todos esperamos las vacaciones de agosto a lo largo del año pero pocos conocen el verdadero significado de su celebración.
Las fiestas patronales de San Salvador o las “fiestas agostinas” como las conocemos, ya existían en el año de 1770.
El evento principal de dicha celebración se realiza este día, el 5 de agosto de cada año cuando miles de feligreses se dan cita en las afueras de la Basilica Sagrado Corazon de Jesus y termina frente a Catedral Metropolitana y es en este lugar que se realiza una representación de La Transfiguración.
En las afueras de Catedral Metropolitana se monta una estructura de por lo menos 14 metros de alto y en la cima de esta se encuentra la imagen del Divino Salvador del Mundo vestida de dorado y rodeada de ángeles.
Cuando el momento culminante de la celebración llega es cuando la imagen desciende y en un corto tiempo y ante la mirada de miles de feligreses ahí presentes y otros tantos viéndolo desde sus casas por la televisión sucede lo que comúnmente conocemos como “La bajada” que no es más que un cambio en su vestimenta pero que representa para los fieles católicos un momento lleno de FE y esperanza de cambios positivos para el país y para sus vidas.
Divirtamonos mucho en estas vacaciones, salgamos con nuestra familias, visitamos los diferentes comercios que se habilitan en estas fechas pero sobre todo no perdamos de vista el verdadero significado de nuestras fiestas patronales. Renovemos nuestra fe y demos un cambio a ese fervor cívico y religioso que tanto bien nos hace.
