Publicado: febrero 17, 2019
El exembajador guatemalteco ante la Casa Blanca, Julio Ligorría, concedió una entrevista exclusiva al periódico La Estrella de Panamá, donde habló sobre como Guatemala se convirtió en un experimento llamado CICIG.
Ligorría, al ser cuestionado sobre la situación actual que vive Guatemala respondió: "La sociedad guatemalteca, como producto del experimento intervencionista llamado CICIG, fue desarrollando un proceso paulatino de polarización entre aquellos que han visto en la Comisión el instrumento ideal para depurar el sistema de gestión pública, otros que lo ven como instrumento para viabilizar sus proyectos políticos y un tercer grupo que la observa como una operación que terminó atentando contra la soberanía y la estabilidad del Estado. Es importante aclarar que Guatemala apoyó la creación de ese experimento de la ONU para combatir los cuerpos paralelos al Estado, y se convirtió en un ente que, enarbolando la lucha contra la corrupción, derivó en un ejercicio de aplicación selectiva de la justicia".
Para el experimentado observador de la política internacional, "la ola justiciera" promovida desde una agenda internacional particular ha alterado todos los códigos de relación en el país. "Logró fracturar estructuras que se suponían sólidas y ha atentando contra la propia soberanía. Si observamos que al país lo conduce un Gobierno con muy pocas luces y capacidades, es fácil comprender por qué muchos temas quedaron abandonados a su suerte y se mueven sin rumbo", expresó durante la entrevista publicada el pasado 14 de febrero en el medio digital panameño.
El exembajador también fue cuestionado acerca de cuáles han sido las consecuencias del intervencionismo generado por la CICIG, señalando "Es la pérdida de rumbo que la Comisión tuvo bajo el mando de Iván Velázquez Los países cooperantes se han negado a ver cómo el jefe de la CICIG permitió que la misión de luchar contra la corrupción se viera contaminada. Eso pasó a consecuencia de los espurios intereses de una facción ideológica oportunista, que logró que se politizara la justicia y se judicializara la política gracias a las acciones de CICIG/MP", dijo.
El populismo, la ignorancia y las ocurrencias, sumado a la irresponsabilidad que impera en algunos medios de comunicación instrumentalizados por gestores altamente politizados, ha desarrollado un clima social y político muy particular, pues hay zozobra, desconfianza y una pérdida de memoria histórica que aterra, asegura que pueden destruir la democracia de países como Guatemala y otros de la región centroamericana.
"En el caso de Guatemala, la sed de venganza se ha ido apagando y los temas de corrupción han impactado cada vez menos, pues la última etapa de la Comisión contribuyó al decaimiento de la economía", afirmó Ligorría.