Publicado: octubre 24, 2024
La canasta básica alimentaria urbana en El Salvador ha mostrado un ligero descenso en agosto, alcanzando un costo de $259.97, inferior a los $264.91 de julio. Sin embargo, este "descenso" es solo un espejismo, ya que el precio se ha disparado $4.80 en comparación con el mismo mes del año pasado.
Esta situación refleja la continua crisis económica que enfrenta el país y la incapacidad del gobierno para controlar la inflación en alimentos esenciales.
El economista Danilo Pérez del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) señala que, aunque las cifras parecen indicar una mejora, el incremento acumulado durante los últimos cuatro años es alarmante. Desde 2021, la canasta básica urbana ha experimentado un aumento del 23%, mientras que la rural ha subido un 20%. Aumentar el precio de los alimentos se ha convertido en la norma, y los consumidores siguen sufriendo las consecuencias de políticas ineficaces.
La situación se complica aún más con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que revela que, mientras el indicador general se sitúa en un 1.17% en agosto, los precios de los alimentos han aumentado un escandaloso 3.12%. Esto pone de manifiesto la falta de respuesta del gobierno ante un problema que afecta directamente el poder adquisitivo de los salvadoreños, quienes deben enfrentarse a los altos precios de la canasta básica, que han ido en aumento durante años.
Las familias en las zonas urbanas gastan un promedio diario de $8.66 en alimentos, lo que es inasumible para muchos, especialmente con salarios mínimos que apenas alcanzan los $364.80 en sectores como comercio y servicios.
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