Publicado: junio 01, 2025
Este 1 de junio de 2025 se cumplen seis años desde que Nayib Bukele asumió la presidencia de El Salvador. Lo que inició como una promesa de renovación política se ha consolidado en un régimen que expertos nacionales e internacionales catalogan como autoritario, marcado por la concentración del poder en el Ejecutivo, la eliminación sistemática de contrapesos institucionales y la creciente erosión de las garantías democráticas.
Desde su llegada al poder, Bukele ha logrado controlar los tres órganos del Estado. En 2021, la Asamblea Legislativa, dominada por su partido Nuevas Ideas, destituyó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general, sustituyéndolos por perfiles afines al oficialismo. Esta medida, duramente cuestionada por organismos internacionales, fue el punto de quiebre de la independencia judicial en el país.
A ello se suma la prolongación del régimen de excepción desde marzo de 2022, que ha permitido detenciones sin orden judicial, restricción de derechos fundamentales y la militarización de comunidades enteras.
Hasta la fecha, más del 2.6 % de la población adulta ha sido arrestada en el marco de esta medida. Aunque la estrategia ha reducido los homicidios, también ha provocado denuncias de torturas, detenciones arbitrarias y muertes en custodia.
Organismos como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Parlamento Europeo han manifestado su preocupación por el rumbo autoritario que ha tomado El Salvador. A nivel académico, el Séptimo Informe del Estado de la Región, elaborado por el Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica, advirtió que el país ha retrocedido 40 años en indicadores democráticos y lo sitúa al nivel de regímenes como el de Nicaragua.
Con el control absoluto del aparato estatal y una oposición debilitada, su figura se ha convertido en el centro del poder político en El Salvador, en lo que muchos ya describen como una democracia sustituida por un liderazgo personalista de corte autoritario.
