Ricardo Poma: un legado que trasciende los negocios y marca la historia empresarial de El Salvador
El Salvador perdió este 24 de agosto de 2025 a uno de sus empresarios más influyentes y respetados: Ricardo Poma, CEO y presidente de Grupo Poma, quien falleció a los 79 años de edad tras más de cuatro décadas de liderazgo en el conglomerado familiar.
Su legado trasciende los negocios, al haber marcado profundamente el desarrollo económico y social del país y de la región.
Graduado de Ingeniería Industrial en la Universidad de Princeton y con un MBA de Harvard, Ricardo Poma se incorporó a la empresa familiar en 1969. Desde entonces, consolidó y expandió un conglomerado que hoy reúne cinco divisiones: Excel Automotriz, Grupo Roble, Real Hotels & Resorts, Solaire y Autofácil.
Bajo su conducción, el grupo extendió su presencia a 10 países de América, con estrategias de multimarcas y multiplazas que lo convirtieron en referente regional.
Más allá de su éxito empresarial, Poma también dejó un sello en la educación, la salud y la cultura. Fue uno de los principales impulsores de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), fundada en 1993, que hoy suma más de 2,600 graduados reconocidos en el mundo laboral por su excelencia académica. Además, lideró la Fundación Poma y la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL), creadas para impulsar programas sociales en salud, educación y cultura. En 2013, junto a su esposa Michelle y sus hijos, fundó la Fundación Renacer.
Su estilo de liderazgo, basado en la fórmula visión, gente y pasión, lo distinguió como un empresario que siempre puso en el centro a las personas, inspirando a sus equipos y fomentando la innovación con responsabilidad social. Amante de la aviación, la pesca, el golf, el tenis y el esquí, Poma supo equilibrar su vida empresarial con su faceta familiar, encontrando en sus cuatro hijos una de sus mayores motivaciones.
El recuerdo de Ricardo Poma trasciende como símbolo de humildad, visión estratégica y compromiso social. Su partida marca el fin de una era para los negocios en El Salvador, pero su legado continuará vivo en la cuarta generación de la familia Poma, llamada a mantener el liderazgo, la innovación y la responsabilidad social que él inculcó.