Negociaciones de Bukele con pandillas son una bomba de tiempo para El Salvador
Las negociaciones entre el gobierno de Bukele y pandillas que han salido a la luz a través de diferentes investigaciones periodísticas son una bomba de tiempo para el país, según un experto en temas de seguridad y crimen organizado.
Edgardo Buscaglia, un académico de la Universidad de Columbia declaró: "Esa demagogia, la de prometer menores índices de violencia a cambio de vender al Estado termina con más violencia, más corrupción y más miseria humana. Siempre".
Para el experto, esto va más allá de un intercambio de menos violencia por mejor trato a los prisioneros. Además piden curules en la Cámara de Diputados, "en el caso de El Salvador, donde miembros de grupos criminales son miembros del Congreso con Bukele y antes de Bukele", añade.
Buscaglia considera que estos pactos son "pan para hoy y hambre para mañana", puesto que a largo plazo muchos de estos se rompen y ocasionan la erosión del Estado con la inflitración de los grupos criminales, "Cuando esto sucede el Estado se debilita cada vez más, es como un cáncer que hace metástasis", advierte.
Esta experiencia ya se ha vivido en países con altos índices de violencia donde funcionarios de gobierno han pactado con grupos criminales, tal es el caso de México con pacto entre el gobierno y cárteles de droga, Colombia e Italia.
Para Buscaglia, una política antimafia efectiva es la ataca todos los frentes de estas agrupaciones, desde su sector financiero hasta su relación con el poder político, en vez de volverse cómplice de estos.
El periódico El Faro reveló que el fiscal destituido, Raúl Melara y su equipo reunieron audios, fotografías y testimonios de los contactos del presidente salvadoreño con los líderes de estas organizaciones criminales.
Ese medio tuvo acceso a parte de una investigación conducida por la anterior administración de la Fiscalía en la que se documentan negociaciones de funcionarios de la administración Bukele con las tres principales pandillas del país.
El director de Centros Penales ordenó retirar cientos de libros de novedades y computadoras de cárceles de máxima seguridad; y el fiscal impuesto por la asamblea oficialista desmanteló el grupo especial que investigaba estas negociaciones