Muere el Papa Francisco a los 88 años, un pontífice que predicó la esperanza, el amor y la inclusión hasta el final
El papa Francisco, líder de la Iglesia católica desde 2013 y primer pontífice latinoamericano de la historia, falleció este lunes en Roma a los 88 años, menos de 24 horas después de haber emitido su tradicional mensaje de Pascua desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
Su última reflexión, leída por un clérigo mientras él observaba en silencio, fue un llamado a la esperanza, la unidad y la acogida del otro: “Renovemos nuestra esperanza y nuestra confianza en los demás, incluso en quienes son diferentes a nosotros o vienen de tierras lejanas... Porque todos somos hijos de Dios”.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por el Vaticano en un mensaje oficial del camarlengo Kevin Farrell, quien anunció que el pontífice “regresó a la casa del Padre” a las 7:35 a.m. (hora local). “Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados”, expresó Farrell en una breve alocución en video.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, en 1936, el papa Francisco marcó un hito en la historia de la Iglesia no solo por su origen latinoamericano, sino por su estilo pastoral cercano, humilde y reformista.
Desde el inicio de su pontificado, puso énfasis en temas como la lucha contra la pobreza, la dignidad de los migrantes, el cuidado de la creación y la necesidad de una Iglesia más misericordiosa y menos burocrática.
Durante su papado enfrentó desafíos internos y externos, desde los escándalos de abusos sexuales hasta tensiones con sectores conservadores dentro del Vaticano. Sin embargo, su legado será recordado por haber humanizado el rol papal, haber puesto a la Iglesia en diálogo con el mundo moderno y haber insistido en una fe vivida con compasión y justicia social.
El Vaticano se prepara ahora para la transición hacia un nuevo líder espiritual para los más de 1,300 millones de católicos en el mundo.