La deuda de El Salvador se dispara: Bukele recurre al Banco Asiático para tapar los huecos financieros del país
La Asamblea Legislativa oficialista ha aprobado la adhesión de El Salvador al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), con lo cual el gobierno del presidente Nayib Bukele busca abrirse una nueva fuente de financiamiento.
Este sería el segundo organismo multilateral al que el país se suma desde 2021, tras su incorporación al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) el año pasado, de donde ya se han adquirido préstamos adicionales.
El oficialismo ha defendido esta nueva adhesión con el argumento de que permitirá ampliar el acceso a fondos para infraestructura y desarrollo. Sin embargo, las voces críticas aseguran que esto no es más que otro paso para endeudar aún más al país, en medio de una gestión financiera que, según la oposición, está poniendo en peligro la estabilidad económica de El Salvador.
El diputado Reynaldo Cardoza, del PCN, minimizó los riesgos de aumentar la deuda nacional, diciendo que la medida "abre las puertas" a obtener financiamiento más barato. "Es bueno que le puedan abrir las puertas en un banco, porque en otro se la tienen cerrada", afirmó, como si el simple hecho de acceder a más deuda fuera una solución en sí misma. Lo que se está ignorando aquí es la creciente carga de deuda que ya pesa sobre las finanzas públicas del país.
La oposición no se quedó callada. Legisladoras como Cesia Rivas, de Vamos, señalaron que la constante búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento es señal de desesperación. "El dinero no les está alcanzando", declaró Rivas, advirtiendo que este nuevo compromiso con el BAII refleja la insostenible situación económica que el gobierno intenta disimular con más préstamos. "Lo que nos dicen es una cosa, pero la realidad es otra, y lo vemos en ese estar buscando aquí y allá", agregó.
Marcela Villatoro, diputada de ARENA, fue aún más directa en sus críticas: "Al final de cuentas, lo que quieren es buscar quién les dé dinero más fácil para salir de los hoyos económicos en que se encuentran". Villatoro expresó su preocupación por la dependencia del gobierno de Bukele en endeudarse cada vez más, sin presentar soluciones reales a los problemas estructurales que afectan al país. "El Salvador no puede seguir cubriendo un hueco con otro, especialmente si eso significa comprometer el futuro económico del país", dijo.
Con esta adhesión al BAII, el gobierno sigue apostando por una estrategia de financiación externa que deja cada vez menos espacio para la sostenibilidad económica a largo plazo. Mientras el oficialismo celebra la apertura de nuevas líneas de crédito, la realidad es que cada préstamo que se suma implica más compromisos financieros que recargan a las futuras generaciones, todo sin resolver los problemas fundamentales que tienen al país en esta espiral de endeudamiento.