La crisis financiera y las múltiples demandas que acumula ASTALDI, empresa constructora de El Chaparral
La firma que fue fundada en Italia en 1929 por el ingeniero Sante Astaldi, en un principio se desempeñó mayoritariamente en su país de origen, pero luego de la Segunda Guerra mundial comenzó a operar en otros países. Los proyectos de gran envergadura fuera de sus fronteras comenzaron en 1953, específicamente en África Central.
En los 70's se expandió e incluso construyó el metro de Caracas y líneas de metro en Italia. Actualmente atraviesa por una compleja situación financiera con deudas que han reconocido por sobre los US$2.500 millones.
En Italia, se se acogieron a una reorganización de deudas que actualmente tramitan con las autoridades, para dar cumplimiento a sus pagos, lo que ha generado preocuación en países donde actualmente desarrolla proyectos.
En Chile por ejemplo, la empresa italiana acumula una serie de demandas, ASTALDI está a cargo de varias obras, entre ellas la de Chuquicamata Subterránea, la construcción del aeropuerto Nuevo Pudahuel, el Embalse Punilla en Ñuble, los hospitales Félix Bulnes de Cerro Navia, Carlos Ibañez del Campo en Linares y el de Linares.
Solo en Chile, acumulan alrededor de 20 demandas por incumplimiento de pagos con distintas empresas. La más abultada asciende a $283 millones de dólares.
En El Salvador, en septiembre de 2008, la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) y la empresa constructora italiana ASTALDI, firmaron un contrato para la construcción de la presa El Chaparral por un monto de $219,900,509.90 millones de dólares, un contrato "llave en mano", lo que significa que no puede incrementarse el precio de la obra, sin embargo, la empresa alegó una serie de imprevistos para justificar el incremento en el monto del proyecto.
Mario Peragostini, representante de ASTALDI, ha sido acusado por la Fiscalía General de la República, por el delito de cohecho activo, por la supuesta creación de contratos falsos donde se simularon pagos por parte de ASTALDI a empresas fachadas, del empresario Miguel Menéndez y el expresidente Mauricio Funes, dinero proveniente de las dádivas o retribiciones que entregó la empresa durante la construcción de la presa El Chaparral.
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