Honduras cierra campaña electoral entre acusaciones de fraude y fuerte polarización
Los tres principales candidatos presidenciales de Honduras cerraron este domingo sus campañas inmersos en un cruce de acusaciones de fraude, a una semana de las elecciones generales del 30 de noviembre.
La crispación política ha encendido las alertas de la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos, que insisten en garantizar comicios libres y transparentes.
Más de seis millones de hondureños están llamados a votar para elegir presidente, diputados y alcaldes, en un clima marcado por la confrontación. Las encuestas muestran un empate técnico entre Salvador Nasralla, del Partido Liberal; Nasry Asfura, del Partido Nacional; y Rixi Moncada, del gobernante Libre.
Moncada cerró campaña asegurando que la elección será una disputa entre “la oligarquía” y el modelo “socialista democrático” impulsado por la presidenta Xiomara Castro. Por su parte, Asfura llamó a votar “sin miedo” y rechazó “ideologías fracasadas”, en referencia al oficialismo.
Nasralla denunció agresiones contra una caravana de simpatizantes y canceló su discurso final. Acusó a Libre de “comprar voluntades”, promover fraude y contar con el apoyo de Cuba y Venezuela. Tanto Asfura como Nasralla sostienen que Moncada podría usar a las Fuerzas Armadas para alterar el resultado, mientras la candidata oficialista asegura que sus rivales operan junto a los sectores que derrocaron a Manuel Zelaya en 2009.
En medio de la tensión, el Consejo Nacional Electoral inició el traslado del material de votación a los 18 departamentos del país bajo custodia militar. Misiones de observación de la UE, la OEA y congresistas estadounidenses supervisarán la jornada del próximo domingo.