Gobierno propone endurecer sanciones por conducción peligrosa sin importar niveles de alcohol

El gobierno salvadoreño presentó a la Asamblea Legislativa una propuesta para reformar diversas leyes, con el objetivo de endurecer las penas contra la conducción peligrosa. Las reformas eliminan los límites de alcohol en sangre para calificar este delito, lo que significa que cualquier detección de consumo de bebidas embriagantes será suficiente para considerarlo conducción peligrosa.

La iniciativa, presentada por los ministros de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, y de Obras Públicas, Romeo Rodríguez Herrera, incluye modificaciones al Código Penal, al Código Procesal Penal y a la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.

Entre las principales reformas se encuentra el aumento de la pena de prisión por conducción peligrosa, de dos a cinco años para conductores regulares, y de cinco a diez años para conductores de transporte público o de carga. Además, se establece que los resultados de pruebas de alcoholemia y toxicológicas realizadas en controles vehiculares serán prueba suficiente para configurar el delito.

La propuesta también prohíbe conducir bajo los efectos de drogas, alcohol o medicamentos que afecten la capacidad para manejar, sin importar la concentración. La reforma al Reglamento de Tránsito establece una multa de $150 para infractores, además de la detención inmediata conforme al Código Penal.

En el caso de lesiones y homicidios culposos por conducción peligrosa, las penas propuestas podrían alcanzar los diez años. Asimismo, se plantea que estos delitos no puedan ser extinguidos mediante conciliación, eliminando esta opción del Código Procesal Penal.

Las reformas buscan fortalecer el control de la seguridad vial en el país, luego de que intentos previos de endurecer estas leyes quedaran sin vigencia tras observaciones de la Presidencia. Con estas modificaciones, el gobierno busca prevenir accidentes y reducir el número de víctimas relacionadas con la conducción peligrosa.