Gobierno de Marruecos silencia periodistas exponiendo su vida privada

Para silenciar a sus críticos el gobierno ha dirigido sus ataques contra la vida privada de sus investigados -exponiéndolos-, con el fin de perseguirlos bajo un Código Penal más estricto.

La justicia de Marruecos dejó últimamente de promover juicios explícitos en contra de la libertad de expresión contra periodistas disidentes. Ya no hay más casos o encarcelamientos como los de Ali Lmrabet, Driss Chahtane o Ali Anouzla, juzgados en Marruecos, entre 2003 y 2013, por sus publicaciones, señala El Confidencial en un artículo publicado este lunes.

El nuevo Código de la Prensa, promulgado en 2016, ya no prevé penas de prisión para los llamados abusos de la libertad de expresión.

El gobierno no se limita a perseguir solamente a periodistas sino también a empresarios, ejecutivos e intelectuales. En 2017  la dueña de la empresa de aviación Dalia Hind el Achchabi fue sentenciada a dos años de cárcel por tener un hijo extramatrimonial, aunque ella asegura que su relación comenzó luego de divorciarse.

Las ONG Amnistía Internacional y Human Rights Watch sostienen que una violación a la privacidad o a la intimidad no tiene el mismo impacto en la opinión pública que las violaciones contra la libertad de expresión, un derecho protegido en la primera enmienda de la constitución de los Estados Unidos.

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