Fiscal venezolano tacha de “cínica” propuesta de Bukele y exige prueba de vida de migrantes detenidos en El Salvador
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, calificó de “cínica” la propuesta del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, de intercambiar a 252 migrantes venezolanos detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) por igual número de presos políticos encarcelados en Venezuela.
Saab exigió al gobierno salvadoreño una fe de vida de los detenidos y un informe sobre su situación jurídica y estado de salud.
“La propuesta del presidente Bukele representa un acto de burla hacia los derechos humanos. Es un intento oportunista de disfrazar de humanitario lo que constituye, en la práctica, un secuestro masivo de ciudadanos venezolanos”, expresó Saab en conferencia de prensa desde Caracas, visiblemente molesto por la iniciativa anunciada por el mandatario salvadoreño en sus redes sociales.
El fiscal también denunció que los migrantes fueron enviados a El Salvador desde Estados Unidos en una operación conjunta bajo acusaciones de pertenecer al grupo criminal Tren de Aragua, sin que existan pruebas ni procesos judiciales transparentes. “Están en condiciones infrahumanas, incomunicados y privados de todo tipo de garantías. Lo que ocurre en el CECOT es comparable a los peores campos de concentración del siglo XX”, aseveró Saab.
Bukele, por su parte, ha sostenido que todos los migrantes fueron detenidos como parte de una operación contra el crimen organizado, y planteó que el canje con Venezuela permitiría repatriar a los 252 venezolanos a cambio de la liberación de presos políticos como Rafael Tudares, Roland Carreño, Rocío San Miguel y Corina Parisca de Machado. La propuesta también incluye liberar a casi 50 ciudadanos de otras nacionalidades, entre ellas estadounidense, alemana, colombiana, mexicana y argentina.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y familiares de los migrantes continúan denunciando la falta de información sobre el paradero y condiciones de los detenidos. Saab concluyó que su país no aceptará "chantajes disfrazados de diplomacia" y reiteró que exigirán en instancias internacionales la liberación inmediata de sus ciudadanos.