Editorial: El gasto público

Por: Max Mojica
@MaxMojica

La forma de administrar un país no es muy diferente a administrar una familia o una empresa, parte de una fórmula simple: si gastas más de lo que ganas, tarde o temprano, estarás en quiebra.

Hay muchos padres de familia que tienen la buena intención de darle lo mejor a sus hijos, pero el problema surge cuando no le alcanza, en ese caso, recurren a deuda: topan la tarjeta de crédito, hipotecan la casa; ¿pero que va a pasar si no pueden pagar esas deudas? Van a perderlo todo.

Igual sucede con los gobiernos. Hay gobiernos que gastan en subsidios, pero cuando el gasto no es controlado, aunque la intención sea buena, acaban quedando en quiebra, no pudiendo pagar medicinas en los hospitales, salarios a los profesores, médicos y políticas, dejando las calles, escuelas y lugares públicos en mal estado.

Un mal gobierno es aquel que abusa de la deuda pública. El FMLN tuvo en promedio, desde el gobierno de Mauricio Funes, 1,000 millones de préstamos por año. Y Nayib Bukele dejo endeudadas a las alcaldías de Nuevo Cuscatlán y San Salvador, por millones de dólares. Y lo peor de todo, en que a pesar de todo ese dinero, no hubo una mejora notoria en los servicios públicos.

El gasto público lo acabamos pagando todos. Al votar, piensa en quien será un buen
administrador para que no tengamos un gobierno en quiebra y podamos volver a tener medicinas en los hospitales.

Estas próximas elecciones, no votes con el hígado, con cólera. Vota, pensando; vota
informado, vota en positivo.

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