Deuda pública de El Salvador alcanza cifras históricas bajo la administración de Bukele
La gestión presidencial de Nayib Bukele, que está por concluir, ha marcado un récord histórico al incrementar la deuda pública de El Salvador en casi $11,000 millones, alcanzando un total de más de $30,000 millones.
Durante los casi cinco años de la administración de Bukele, la deuda pública total del país se elevó de $19,280.9 millones a $30,173.2 millones, según datos del Banco Central de Reserva (BCR) hasta marzo de 2024. Esto representa un aumento de $10,892.34 millones, una carga que recaerá sobre los ciudadanos durante muchos años a través de los impuestos.
De acuerdo con las cifras oficiales, la deuda pública total alcanzó los $20,257.27 millones al cierre del primer trimestre de este año. Este monto incluye la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF), que suma $19,540.49 millones, y los préstamos del Sector Público Financiero, cuyo saldo es de $709.85 millones. Además, la deuda se divide en externa, que ha llegado a $12,126.38 millones, e interna, que es de $8,130.89 millones.
La deuda también abarca los fondos que el gobierno debe a los trabajadores, quienes han prestado sus ahorros de pensiones para pagar a los jubilados del sistema antiguo (ISSS y exInpep). Esta deuda ascendía a $9,916 millones hasta marzo, llevando el total a $30,173.27 millones, lo cual representa el 84.4% del Producto Interno Bruto (PIB), que era de $35,736.7 millones hasta marzo pasado.
Para poner en perspectiva este nivel de endeudamiento, es como si una persona trabajara para producir $100 pero ya debiera $84.4, quedándole solo $15.6 para cubrir sus necesidades básicas.
Además, si se considera únicamente la deuda del SPNF, más el saldo de pensiones y lo adeudado en Cetes (Certificados del Tesoro) por $1,049.7 millones, la deuda totalizaría $30,506.19 millones, cubriendo el 85.36% del PIB.
Este elevado nivel de deuda ha impactado en diversos sectores del país. Los grandes bancos se han visto obligados a prestar más dinero al gobierno utilizando los fondos de los ahorrantes, y los proveedores de bienes y servicios, incluidos muchos de micro y pequeñas empresas, han tenido dificultades para recibir pagos del gobierno, lo que los ha llevado a incurrir en préstamos adicionales.