Desarticulan banda criminal en Costa Rica que legitimaba el capital de propiedades sustraídas a través de la compra de criptomonedas
En un masivo operativo policial llevado a cabo este martes en Costa Rica, 36 personas fueron arrestadas, incluyendo jueces, abogados, notarios y dos españoles identificados como cabecillas de una sofisticada banda criminal. La organización se dedicaba al robo de propiedades y a la legitimación de capitales mediante criptomonedas, según informaron las autoridades.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, ofreció una rueda de prensa en la que describió a la organización como "una red criminal bastante consolidada", implicada en el robo y legitimación de propiedades en el país. Esta red utilizaba criptomonedas para legalizar el capital obtenido ilícitamente.
"En una sola transacción de un día en particular movieron 13 millones de dólares en bitcóin", reveló Zúñiga, subrayando la magnitud de las operaciones financieras del grupo.
La investigación, que se ha desarrollado durante dos años y medio, condujo al arresto de los líderes de la banda, dos ciudadanos españoles de 41 y 42 años sin estatus migratorio regular en Costa Rica. La red contaba con expertos en criptomonedas que facilitaban la conversión de bienes robados en activos digitales.
El operativo, en el que participaron unos 500 agentes del OIJ, incluyó 47 allanamientos en diversas localidades del país. Además de los arrestos, se prevé la captura de más implicados en los próximos días.
A los detenidos se les imputan delitos de “fraude registral, falsedad ideológica y legitimación de capitales”. Entre ellos se encuentran cinco oficiales de tránsito, quienes, según Zúñiga, utilizaban su posición para poner multas a competidores del grupo en el sector del transporte público, con el fin de eliminarlos del mercado.
La banda operaba líneas de transporte público con autobuses privados como actividad paralela. "Es un grupo criminal que movía una gran cantidad de dinero", añadió Zúñiga. El OIJ estima que la banda robó al menos un centenar de propiedades, aunque uno de los detenidos aseguró que la cifra podría ascender a 300.
Este golpe contra el crimen organizado en Costa Rica refleja la complejidad y la sofisticación de las redes criminales modernas, y el uso cada vez más frecuente de criptomonedas para el lavado de dinero y la legitimación de capitales. La operación es una muestra del compromiso de las autoridades costarricenses para combatir la corrupción y el crimen financiero.