Cortar internet, el nuevo comodín de regímenes autoritarios
Los intentos por cortar el flujo de información y silenciar a la oposición son cada vez más usados por líderes autoritarios, una medida con costos políticos, económicos y humanitarios.
En todo el mundo, cortar el acceso a internet se ha convertido en una táctica cada vez más popular de regímenes represivos y autoritarios, y de algunas democracias poco garantistas.
Los grupos de derechos digitales señalan que los gobiernos utilizan estas medidas para sofocar la disidencia, silenciar a la oposición o tapar abusos de derechos humanos, imponiendo preocupantes restricciones a la libertad de expresión.
Los regímenes suelen cortar el acceso a internet en respuesta a protestas o disturbios civiles, especialmente en periodos electorales, en un intento de mantenerse en el poder restringiendo el flujo de información, según los investigadores.
Es el equivalente digital de tomar el control de las cadenas locales de radio y televisión, que formaba parte del manual de déspotas y rebeldes.
El año pasado se produjeron 93 cortes importantes de internet en 21 países, según un reporte de Top10VPN, un grupo de investigación de seguridad y privacidad digital con sede en Gran Bretaña.
Estas medidas tienen costes políticos, económicos y humanitarios, advirtieron los expertos. Sus efectos se ven exacerbados por las cuarentenas del COVID-19, que han empujado al ciberespacio actividades como la enseñanza.