China defendió los campos de concentración y afirmó que seguirá “entrenando” a los musulmanes

El asunto adquirió tintes políticos la semana pasada tras la aprobación en la Cámara de representantes de un proyecto de ley que llama a imponer sanciones contra altos responsables chinos del Xinjiang.

En conferencia de prensa en Beijing este lunes, el presidente de la región, Shohrat Zakir -un Uigur-, desmintió las cifras de un millón de internados. Sin embargo, no precisó el número de personas que han pasado por lo que Beijing califica de “centros de formación profesional” al explicar que “la gente entra y sale” de ellos.

Según el régimen chino, estos centros están destinados a prevenir el extremismo y la radicalización gracias a la enseñanza del mandarín y de competencias profesionales. “Con la ayuda del gobierno, los estudiantes han encontrado un empleo estable y mejorado su calidad de vida” aseguró Zakir.

Además del informe del Times, documentos publicados por el el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) muestran los estrictos protocolos que rigen la vida en la red de campos.

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